Una de las mejores experiencias gastronómicas de Corea es reunirse en torno a la mesa de una barbacoa. Este tipo de restaurantes son muy frecuentes en cualquier parte del país.

Podréis identificarlos por las enormes “trompas de elefante” que cuelgan del techo, que son los extractores de aire.

Normalmente ofrecen carne, de ternera o de cerdo, pero también las hay de pollo, de pescado, de marisco, etc. Vamos, prácticamente de todo.

Además de que el sabor de los alimentos a la brasa o a la parrilla ya serviría como reclamo, por su delicioso sabor, estos platos principales suelen venir con una miríada de platillos acompañantes (banchan) que son igualmente sabrosísimos.

Pero además de ese suculento atractivo estrictamente gastronómico, está el aspecto social, pues las barbacoas son mucho más que un restaurante. Es un punto de encuentro y de socialización importantísimo, y la forma más común de celebrar cualquier evento que se precie, desde motivos laborales, personales, cumpleaños o cualquier otro día o circunstancia que queramos festejar.

Alrededor de esas mesas redondas, en torno al fuego, a medida que van llegando los platos y las bebidas los comensales empiezan a relajarse y a disfrutar del placer de compartir. Por eso son perfecto escenario para compartir, para socializar, para conversar… las barbacoas dan muchísimo juego. De hecho, la gente suele pasar allí varias horas.

La variedad es amplísima que es difícil no encontrar una que sea de tu agrado. Las hay para todos los bolsillos y de todos los gustos o paladares: más baratas y más caras; más o menos abundantes; con banchan o platos acompañantes más elaborados; más de barrio o más sofisticadas; las tradicionales de toda la vida u otras bien modernas o semi-fusión, etc.

Pero al margen de la que tu paladar o tu presupuesto elijan, no suelen decepcionar. Es más, generan un ambiente de relajación y apertura que, a medida que transcurre la comida, suele contagiarse a todos los comensales, hasta culminar en un buen encuentro.

No lo dudes, si vienes a Corea, has de probar las barbacoas. Eso sí, como mínimo se requieren dos personas, aunque son infinitamente más divertidas en grupo. ¡Satisfacción garantizada!