¿Sabías que… en Corea la calefacción va por el suelo? Es un sistema radial llamado ondol (온돌).
Antiguamente, la arquitectura tradicional coreana construía las casas algo elevadas respecto al suelo. Entonces ponían a un lado de la casa la chimenea y al otro la salida de humos, y aprovechaban el conducto de humo ubicado bajo el piso para calentar la estancia.
Los componentes básicos del ondol tradicional eran la cámara de combustión o estufa, a la que se accedía desde una habitación contigua (la cocina o el dormitorio principal), un piso elevado de mampostería, bajo el cual se ubicaban los conductos de humo horizontales, y una chimenea vertical independiente en la pared exterior del otro extremo.

El suelo calefactado se sustentaba en pilares de piedra o deflectores para distribuir el humo, y estaba cubierto por losas de piedra, arcilla y una capa impermeable, de papel engrasado o similar.
Esa tradición perdura aunque actualizada, y a día de hoy todas las casas tienen calefacción radial en el suelo, a diferencia de las casas occidentales. Este sistema no solo permite hacer frente a las bajísimas temperaturas del crudo invierno coreano (es frecuente llegar a -18ºC o -20ºC), sino que además fomenta el uso directo del suelo.
En Corea el suelo se usa mucho tanto para sentarse, como para comer en mesas bajas o para dormir con un simple futón o una manta. Por eso a los coreanos les gustan los colchones bien duros, porque les recuerdan la sensación de dormir en el suelo.
De hecho, muchos hoteles dan a elegir entre habitación “de estilo occidental” (con cama) o de “estilo coreano”. Si eliges esta última al entrar verás una estancia vacía, con algunas mantas enrolladas a un lado.

Es un sistema realmente ingenioso, pues como el calor sube la casa se calienta rápidamente. Pero además, la sensación al caminar descalzo por el suelo caliente es muy placentera. ¡Muy fan del ondol! 🙂