¿Cóooomo? ¿Que la gente paga y hace cola por entrar a una librería? ¡BOOOM! Podéis pensar que es April’s Fool con retraso, pero no: efectivamente es así.
¿Y dónde ocurre la magia? Pues en uno de los callejones traseros de Gyeongridan, una zona pegada a Itaewon, conocido como el barrio internacional por excelencia de Seúl.

Se trata de un nuevo espacio llamado ‘Graphics’ o para ser más exactos: Itaewon Graphic Noble Bookstore, y está en un callejón que un día fue apodado como “Calle Jang Jin Woo” porque el chef Jin-woo Jang tenía varios restaurantes allí.
Son las cuatro de la tarde y el tranquilo callejón de pronto se llena de vida. Varios grupos de tres o cuatro personas empiezan a hacer cola en un edificio poco convencional que preside el fondo del callejón. Un rato después, las puertas se abren y el local engulle decenas de personas.

No. No es otro restaurante chic ni otra cafetería de diseño de moda: es Graphics, una librería especializada en novela gráfica que abrió el mes pasado. Aunque realmente hablamos de una librería singular o poco común. Pero… ¿qué tiene de especial?

En primer lugar, para entrar hay que pagar 15.000 wones, unos 11 euros, algo bastante inusual para una librería. Y parece que la lista de reservas para entrar echa humo. Pero… ¿cómo una librería se ha convertido en tendencia en tan solo un mes?

Algo de culpa tiene el espacio, pues se trata de un edificio que parece una rebanada de pan de molde. De hecho, en Corea ya se ha granjeado apodos como “piece of cake” (trozo de pastel), edificio caracol o el Guggenheim de Gyeongridan.

El espacio en sí ya es un imán bastante potente. Aparentemente son cuatro columnas apiladas y cortadas en cuartos, con un exterior totalmente cubierto sin ninguna ventana ni letreros: un suculento reclamo para la generación MZ, y obviamente coto de caza de instagramers ávidos de ponerle un check.
Aunque quizá el éxito de esta librería-espacio de ocio no debería extrañar tanto, considerando que, según datos de 2021, las ventas de novela gráfica en Corea se han multiplicado por siete en los últimos diez años.

Fue diseñado por el arquitecto Kim Jong-yu (46, director de Ohon Architects), quien afirma que se inspiró en un viejo diccionario recuerdo de su abuelo. En colaboración con Moonpyeong, un artista que trabaja con cerámica, creo un material exterior con una textura de diccionario viejo que pegó dentro y fuera del edificio. Al acercarse, presenta una textura áspera, como de papel arrugado.

Su filosofía es crear una “arquitectura donde el comportamiento se convierta en forma”. Para este proyecto analizaron e incorporaron varias de las posturas favoritas de la gente a la hora de leer libros, y también muebles de una altura cómoda.
Su atípico interior de tres pisos dispone de varios espacios para leer, sentarse y recostarse, distribuidos en cada esquina.

Podría decirse que la atención se centra “en el espacio” y no “en los libros”. El concepto de la librería, tal como lo describe el arquitecto, es “una sala de manga para adultos donde se permite beber”.
El propietario, amante de la bebida y de los cómics para adultos, confesó que quería crear un espacio donde gente de gustos similares pudiera disfrutar de las novelas gráficas, en una ciudad “quemada y enfriada” por la gentrificación.

No es un lugar tan rígido como una librería ni tan libre como un bar, sino una especie de mezcla entre ambos, un espacio híbrido. La entrada incluye bebidas sin alcohol ilimitadas, pero las copas tienen suplemento, y si el cliente compra un libro obtiene un descuento de unos 7 euros.

Como otra nota singular, no se permite la entrada a menores ni tampoco usar laptops o similares.

Si piensas viajar a Seúl próximamente y te gustan los cómics, valor incluir GRAPHICS como “visita obligada”.
