Unos 15 millones de hogares surcoreanos, o un tercio de la población, poseen mascotas. Esta cifra ha aumentado rápidamente los últimos años y, en sintonía, los servicios vinculados experimentan un rápido auge. Entre esos servicios se encuentra el sector hotelero, que estos días apuesta por atraer a aquellos que desean viajar con sus animales.

Antes muchos hoteles, no solo de lujo o resorts, sino también comunes, no admitían mascotas. Pero cada vez más establecimientos hoteleros están cambiando la normativa sobre permitir la entrada de animales, al aumentar el número de huéspedes que desean viajar acompañados de sus mascotas.

Aunque muchos hoteles experimentaron una abrupta caída de reservas desde la llegada del COVID-19, los alojamientos “pet-friendly” o donde las mascotas son bienvenidas, han visto aumentar las reservas.

Y a medida que la demanda de los clientes de alojarse con sus mascotas crece, muchos establecimientos han relajado los estándares de admisión. Por ejemplo, previamente solo admitían a perros de menos de 15 kg, pero muchos están suprimiendo esa restricción, y también incluyen “más servicios” para mascotas.

Algunos dedican una o varias plantas solo a clientes que viajan con sus mascotas, para no molestar al resto, y hay hoteles que ofrecen hasta servicio de peluquería o spa para perros, o “servicio de guardería” por si los dueños quieren salir un rato por su cuenta.

La popularidad de estos servicios ha aumentado tanto que en fechas clave resulta difícil lograr habitación. Según fuentes del sector, los clientes de este nicho de mercado mayormente son mujeres jóvenes de entre 20 y 30 años.

Otros van más allá, y desde 2020 están preparando habitaciones exclusivas para huéspedes con perros, con accesorios como alfombrilla antideslizante para proteger las patas del animal, o tobogán para que el animal pueda subir y bajar de la cama. Cuestan un 30% más que las habitaciones convencionales, pero la tasa de ocupación se ha mantenido al alza en los meses de mayor impacto de la pandemia.