En junio de 2019, el presidente de Estados Unidos visitó por sorpresa la zona desmilitarizada (DMZ) en la frontera intercoreana.
Donald Trump se reunía con el líder norcoreano Kim Jong Un y con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, en un encuentro que pasará a la historia, porque por primera vez en setenta años, desde que finalizó la Guerra de Corea, un presidente estadounidense volvía a pisar territorio norcoreano.
Trump se mostró satisfecho con el encuentro y tuiteó: “fue estupendo ver al presidente Kim Jong-un este fin de semana”, añadiendo que mantuvieron una gran reunión, que Kim parecía hallarse en buen estado de salud, y mostró su esperanza por volver a verle pronto.
Ese fue el tercer encuentro entre Kim y Trump para negociar el desmantelamiento del programa nuclear de Corea del Norte, después de la también histórica Cumbre de Singapur en 2018 y de la fallida cumbre de Hanói en 2019.