El año 2013 fue de mucha tensión para la península coreana al acrecentarse los problemas entre Norte y Sur, siendo el más destacable entonces el cierre del Complejo Industrial de Gaesong durante 133 días.
El 30 de marzo de aquel año Corea del Norte declaró “estado en guerra” en la península coreana, acusando al Ejecutivo y a la prensa surcoreana de insultar a su patria y dañar su dignidad, y en esa tensa situación, el 3 de abril autorizó la salida de los surcoreanos del Polígono Industrial de Gaesong pero no la entrada, y el día 9 expulsó a todos los trabajadores de las plantas, obligando a las empresas sureñas allí establecidas a suspender sus actividades.

El repentino cierre de la zona fabril, símbolo de la cooperación intercoreana, derivó en duros enfrentamientos verbales entre Seúl y Pyongyang, y el Norte incluso aludió a posibles medidas militares. Tras varios meses de fuertes tensiones, finalmente la situación mejoró y en agosto de ese año, después de 133 días de permanecer cerrado, el complejo fabril abrió nuevamente sus puertas.